martes, 11 de agosto de 2009

Cuestión de identidades

14 de septiembre de 2008

Últimamente, debido a mis trabajos, he conocido bastantes personas y, como siempre, en las conversaciones informales surge un número de preguntas a través de las cuales uno va conociendo un poco más de la gente que lo rodea. Esto me a recordado que las percepciones de raza y etnia son bastante distintas en Colombia y en E.U. En parte esto se debe a que en E.U. hay una especie de obsesión por ser “políticamente correcto” (“no diga 'negro', diga 'afroamericano', no diga 'blanco', diga 'caucásico'...”, etc.) y en parte a que en este país norteamericano hay tanta gente de tantos lugares con características tan distintas, que las categorías inventadas “raza blanca” o “raza negra” se quedan muy corticas para describir la diversidad étnica del mundo (como era de esperarse, si uno sabe de dónde vienen estos términos).

En Colombia muchos de mis amigos me llaman “Negro”. No tienen ninguna intención de ofenderme y, de hecho, lo dicen con cariño. Yo así lo tomo, aunque soy consciente de lo controversial que puede ser el término, incluso si la persona usándolo no es conscientemente racista. El punto es que mis amigos me ven como 'negro', especialmente aquellos que conocen a mi padre, quien podría pasearse por las calles de cualquier ciudad de Camerún o Nigeria sin que lo crean extranjero. Personas que no conocen a mi padre también me consideran 'negro' y yo me siento afrodescendiente aunque mi madre tiene piel clara y ojos verdes. Por esto es muy extraño vivir en un país como E.U. donde nadie me considera como lo que yo siento ser.

En E.U., en medio del afán de ser “políticamente correcto” y de mantener estadísticas en cuanto a lo que se considera diversidad étnica se han inventado rótulos que no necesariamente describen etnias, pero los estadounidenses creen sí corresponden a éstas. Así, aquí yo vengo siendo “hispano”, “latino” o “colombiano”. Y uso las comillas porque no se refieren simplemente a que haya nacido en América Latina, sino que muchos creen que alguna de esas palabras describe mi etnia.

La primera vez que le comenté a algún amigo estadounidense que yo era más o menos mitad euro y mitad afrodescendiente, con algo de indígena, él me miró confundido y me dijo “¡pero yo creí que tú eras 'colombiano'!”, y ahí el confundido fui yo. Señalé la foto de mi padre, que le había estado mostrando, y le dije “ pero mira, mi padre es 'negro'...”. Él se mostró más confundido y exclamó “¡yo creí que era 'colombiano'...!”, y la confusión de los dos siguió aumentando. No fue la última vez que tuve conversaciones parecidas con amigos estadounidenses. Me tomó algún tiempo y tuve que hablar con gente más cosmopolita, para entender que muchos creen que el país de donde alguien viene describe perfectamente la etnia, excepto, claro está, en E.U. Si digo que soy un representante de mezcla de etnias ellos dicen que también ellos lo son, y aquí está lo que alguna vez me dijo una amiga: “Yo soy en parte irlandesa, en parte alemana, con un poquito de holandesa y francesa...”. Ese día yo la miraba confundido pensando “¡pero de mezcla étnica esto no tiene ni papa!”.

Son percepciones distintas. He aprendido un poco a entender su punto de vista, bastante inocente y un poquito ignorante a mi parecer. El hecho es que nadie me trata como afro, lo que contrasta con mi experiencia en Colombia donde eso es lo que la gente ve en mí. Y me siento un poco indignado cuando un afroestadounidense insinúa que no tengo ni idea de lo que es ser afro.

En mis años en E.U., a través del contraste y la comparación con amigos de muchas partes del mundo, incluyendo de muchos países latinoamericanos, he encontrado mi identidad cultural, y me he dado cuenta de que soy muy latinoamericano, y de que soy colombiano hasta la médula. A aquellos que no han salido de Colombia, y creen que no hay nada de particular en ser colombiano, les cuento que sí somos colombianos; mucho más de lo que se imaginan, a pesar de las diferencias regionales. Pero esto es algo cultural.

Si me preguntan por mi etnia, o por mi 'raza', yo sin dudarlo digo que soy lo que siento ser, en Colombia, en E.U o en la antípoda: Afrodescendiente. Orgullosamente afrodescendiente.


Ann Arbor, Michigan, E.U., 14 de septiembre de 2008
Para Barûle Gazette

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