martes, 11 de agosto de 2009

2009: El año de la poesía negra en Colombia


Candelario Obeso, Poeta Afro cartagenero

28 de marzo de 2009

Se necesitó un presidente desesperado por lograr la aprobación de un tratado de libre comercio con E.U. (al que muchos nos oponemos, tanto en Colombia como en E.U.), y con la esperanza de lograr el apoyo de la bancada afrodescendiente del congreso de ese país norteamericano, para nombrar una ministra afro en Colombia. Y se necesitó que el Ministerio de Cultura tuviera una afrodescendiente a la cabeza para poder reconocer, finalmente, que la poesía afro en Colombia es parte importante de la riqueza cultural de nuestra nación.

Bueno, si nos enfocamos en que hay una ministra afro y nos olvidamos de las intenciones hipócritas detrás de su nombramiento, podemos ver el lado positivo de la historia: Nuestra representante en el ministerio está haciendo algo para reconocer la cultura afro como parte esencial de la riqueza cultural colombiana. Este año del Señor de 2009 es el “Año Obeso-Artel” en Colombia. Es un homenaje a la poesía “negra” de nuestro país, y al mismo tiempo un homenaje a los poetas afro Candelario Obeso, en los 160 años de su natalicio, y Jorge Artel, en los 100 años del suyo.

¡Ya era hora! Me pregunto porqué, cuando en el colegio estudié literatura colombiana, nunca me hablaron de estos poetas, entre muchos otros. Recuerdo haber declamado poesías del autor cubano Nicolás Guillén, porque quería recitar poesía afro en mis clases de español. No quería recitar a Pombo, Silva, Neruda, o García Lorca. Ni siquiera a Benedetti, que es uno de mis favoritos. Quería poesía afro y no encontré ni siquiera en la biblioteca de mi papá (que como biblioteca personal es gigante y muy completa en asuntos afro) un poeta afro colombiano. Bueno, al menos ahora tengo acceso a algunos, y se les está reconociendo a nivel nacional.

Estos dos poetas (Obeso y Artel) no son un fenómeno aislado. Me cuenta mi papá que en sus años mozos había en Quibdó un teatro que se llenaba para oir a poetas locales declamar, y a veces transmitían las veladas por radio. La poesía “negra” siempre ha existido en Colombia, pero ha sido cruelmente ignorada, hasta ahora, 20 años después de que la Constitución reconoció la importancia de la riqueza cultural de las comunidades afro en Colombia. ¿Porqué no hay publicaciones de distribución masiva con los poetas chocoanos de la generación de mi padre? ¿Porqué hay que acudir a lingüistas de élite para encontrar estudios sobre poetas afro? ¿Y porqué tuvimos que esperar a que se nombrara (a la fuerza) una ministra afro para que hubiera un reconocimiento?

Esta oportunidad no hay que dejarla pasar. Este año, con los eventos programados por el Ministerio de Cultura (cartilla disponible en formato PDF en http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=17488) hay que popularizar nuestra poesía y nuestra literatura. Hay que hacer que la literatura y la poesía afro sean parte de los programas curriculares regulares de los colegios y escuelas en Colombia. No se puede hablar de literatura colombiana y limitarse a los autores que descienden de españoles. Esa es sólo una parte de Colombia y no representa la diversidad étnica y cultural del país.

Sólo en el mes de marzo hubo conferencias y recitales de poesía para celebrar la vida y obra del líder Benkos Biojó y los poetas Obeso y Artel. Hubo en Cartagena un seminario internacional titulado “La diáspora africana en el bicentenario de la independencia de Cartagena y la independencia de Colombia”. Y durante los meses siguientes habrá eventos similares en Bogotá, Cartagena, Cali, Bucaramanga, Quibdó y Mompox, principalmente. Los eventos son patrocinados no sólo por el Ministerio de Cultura, sino también por alcaldías, universidades, fundaciones e institutos. Qué gran oportunidad para llevar la poesía y la cultura afro a los programas educativos en Colombia. Es nuestro derecho y nuestro deber.

¿Será que ahora sí?

Los dejo con una de los poemas más populares de Candelario Obeso, quien además escribía poesía dialectal, para ser recitada tal y como hablaban los campesinos y pescadores del Magdalena en sus días. Si se recita en español estándar se pierde magia y musicalidad… Bogá… Bogá….


Ada, Ohio, E.U., 28 de marzo de 2009
Para Barûle Gazette


Canción del boga ausente
Candelario Obeso

Qué trjite que ejtá la noche,
La noche qué trijte ejtá;
No hay en er cielo una ejtrella
Remá, remá.

La negra re mi arma mía,
Mientra yo brego en la má,
Bañao en suró por ella,
¿Qué hará? ¿Qué hará?

Tar vé por su zambo amao
Doriente sujpirará,
O tar vé ni me recuerda...
¡Llorá! ¡Llorá!

La jembras son como toro
Lo r'eta tierra ejgraciá;
Con acte se saca er peje
Der má, der má.

Con acte se abranda er jierro,
Se roma la mapaná...
¿Codtante y ficme? ¡laj pena!
No hay má, no hay má...

Qué ejcura que ejtá la noche,
La noche qué ejcura ejtá;
Asina ejcura é la ausencia
Bogá, bogá!

No hay comentarios.: