martes, 11 de agosto de 2009

¿Águilas Negras o Gauchos?


21 de agosto, 2008

Los juegos olímpicos de Pekín 2008 siguen su rumbo, y los chinos están barriendo con medallas de oro. mientras los estadounidenses tratan de seguirles el paso, sin éxito, aunque con un nadador, Michael Phelps, haciendo historia deportiva. Pero hay un evento en el que ninguna de las dos potencias (porque ya a China se le puede aplicar el adjetivo) se acercó siquiera a una medalla: Fútbol masculino. El sábado 23 de agosto Argentina se enfrenta a la selección nacional de Nigeria en la final del torneo. Los suramericanos van por la revancha de la final de los olímpicos de Atlanta en 1996, cuando los africanos los vencieron 3-2, además de salir a defender la medalla de oro que ganaron hace 4 años en Atenas al derrotar 1-0 a Paraguay.

¿Y a qué viene el tema en una columna de Barûle Gazette? Pues bien, porque tengo uno de los dilemas en que mi condición de descendiente de varias culturas me pone de vez en cuando. ¿Apoyar a Argentina, suramericanos, hispanohablantes, de donde vienen algunos de mis amigos, o apoyar a Nigeria, africanos, de una cultura muy distinta a la mía, de donde vienen algunas personas que a duras penas conozco? ¿Apoyar a los 'Gauchos' o a las 'Águilas Negras'? En realidad el dilema, para mí, se soluciona muy fácil, pero es una excusa excelente para escribir esta columna: En 1990 celebré la victoria 1-0 de Camerún sobre Argentina en el partido inaugural del mundial de Italia. En 1996 celebré la medalla de oro de Nigeria en Atlanta. En 1998 celebré los goles nigerianos en el mundial de Francia, aunque el equipo se quedó en la segunda ronda. En 2000 celebré la medalla de oro de Camerún en Sydney cuando derrotaron 5-3 a España en tiros desde el punto penal (tras empatar 2-2). Y hoy apoyaré a las 'Águilas Negras' con todo mi corazón...

¿Porqué? Porque estoy obedeciendo precisamente lo que el corazón me dice. La lógica en mi decisión importa poco. Por mis venas corre sangre europea, americana y africana, pero no todas las siento igual. A pesar del orgullo que siento por mi familia, no tengo nada de orgullo por mis ancestros europeos, pues fueron esclavistas, invasores, saqueadores, genocidas, ladrones y violadores... En cambio el pecho se me hincha cuando hablo de mis ancestros africanos e indígenas (americanos), cuya huella se nota claramente en mis facciones. Nuestros ancestros, y en este caso hablo por todos los afrocolombianos, vinieron de África central y occidental, y es muy probable que algunos de los míos hayan venido de lo que hoy es Nigeria. Muy probablemente Yorubas. Los argentinos son principalmente europeos, pues a excepción del norte de Argentina, allí los americanos y afrodescendientes fueron exterminados en guerras y por epidemias. Además han recibido inmigraciones masivas de Europa en la historia reciente (hasta mediados del siglo XX). Por eso me siento más cercano a los nigerianos, a pesar de las diferencias culturales, que a los argentinos. Pero como digo, es un mandato de mi corazón, no de la lógica. Sí, sería mejor para el fútbol suramericano si Argentina gana, pero no me llenaría de alegría.

Es posible que haya algo de antipatía futbolística por los argentinos en mi decisión. De todas formas casi nunca los apoyo cuando se trata de fútbol a nivel de selección. No me importaría mucho el resultado si el rival fuera Corea, Inglaterra, Dinamarca, Australia o algún país del medio oriente. Pero como es un equipo africano, y de África occidental para acabar de completar, siento que no tengo opción sino 'hinchar' por los nigerianos, con el perdón de mis amigos argentinos. Además, creo que cuando algún deportista africano triunfa, no importa la disciplina, se aporta un granito de arena a la buena imagen y tal vez al desarrollo del continente africano, una causa (¿o conjunto de causas?) que me gustaría ver avanzar durante el tiempo que me queda de vida, por muy utópico que suene.

Además me alivia mucho que los equipos de fútbol africanos no reciban las goleadas que recibían hasta los años 70, que le daban una excusa a los racistas del mundo para que ridiculizaran a los africanos insinuando que eran “primitivos” o “inferiores”. En los últimos 20 años muchos africanos han jugado en Europa, convirtiéndose en estrellas y promoviendo el deporte en sus países de origen, cerrándole la boca a muchos supremacistas blancos.

Esto me recuerda que entre las anécdotas del famoso 5-0 de Colombia a Argentina en 1993, era que muchos bonaerenses decían que nos iban a apabullar supuestamente porque “todos” los colombianos eran “negros”. Pues bien, los cinco goles fueron marcados por afrodescendientes (Rincón, Asprilla y Valencia). Ahora me pregunto si en parte es por eso que disfruto cuando africanos o afrodescendientes derrotan a Argentina. No sé.

Lo que sí sé es que mi corazón grita “¡Fuerza Nigeria!”, y si logro ver el partido lamentaré cada gol que reciban, y gritaré cada uno de los que anoten.

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23 de agosto, 2008

Y en un partido flojo Nigeria perdió 0-1, por falta de profundidad... y por no tener a Messi. Como lo había previsto, me entristeció el gol, anotado por Di María, y lamentablemente las 'Águilas' no hicieron mayor cosa por el empate y menos por la victoria.

Pero lo importante (y lo relevante para esta columna) fue apoyar a Nigeria, obedeciendo el llamado de la sangre.

Ann Arbor, Michigan, E.U., 21 y 23 de agosto de 2008
Para Barûle Gazette

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