martes, 11 de agosto de 2009

Afro y Afro estadounidense no es lo mismo

14 de febrero de 2009

Desde hace muchos años, desde cuando yo era niño, me ha llamado la atención el parecido que veo entre la cultura chocoana y las culturas africanas urbanas que he visto en documentales y noticieros (todavía tengo pendiente un tourcito por países africanos). Si uno deja a un lado el idioma las expresiones de la gente son muy parecidas: La forma en que se ríen, el volumen de la voz, la forma en que bailan, la forma en que se expresan cuando están de mal genio e incluso a punto de pelear… Es impresionante ver cómo los niños pequeños juegan con la cámara cuando los están filmando. Ver a un grupo de pequeños en Nigeria es como ver a un grupo de niñitos en Tadó… Incluso he escuchado la historia de un embajador de algún país africano en E.U. que cuando quería sentirse como en casa y no podía organizar un viaje a su país de origen se iba para Quibdó.

He aprendido un poco de culturas afro en América Latina y he encontrado los mismos elementos en comunidades afro de Ecuador, Perú, Brasil, Panamá y Costa Rica. Las culturas antillanas son un poco distintas, pero igual se les ve esa raíz africana. En cuando a las comunidades afro de países como Uruguay, Bolivia y México aún me falta mucho por aprender y no puedo dar una opinión todavía.

Pero cuando uno llega a un país como E.U., las cosas son distintas. Las comunidades afro de por estos lados son bastante diferentes a las que se ven en Latinoamérica. Son mucho menos “africanizadas”, lo cual resulta paradójico en una sociedad donde el elemento africano de su herencia se enfatiza con orgullo. “We are African-American!”. Se enorgullecen mucho de la cultura “urbana” de la mayoría de afrodescendientes estadounidenses y creo que es allí donde sus expresiones se han alejado de las africanas más de lo que se han alejado las comunidades afro latinoamericanas. (Uso comillas en “urbana” porque el concepto de lo urbano en E.U. es diferente al concepto en América latina, donde no existe esa división marcada entre lo urbano y suburbano que se ve en E.U.)

Las comunidades afro estadounidenses (o “americanas”) han desarrollado su propio acento, que es bastante homogéneo en todo el país, algo que no se ve en las comunidades no afro, y han modificado (algunos dirán ‘distorsionado’) el hablar del inglés de forma tal que algunos lingüistas han propuesto aceptar la modificación como un dialecto que llaman ‘ebonics’. De hecho, para un recién llegado, no muy ducho en el hablar del inglés, es difícil entenderles. A mí me cuesta trabajo después de 8 años por estos lares… Si hablamos de música podríamos escribir libros enteros (de hecho se han escrito muchísimos). Se nota la influencia africana en el blues y el jazz, pero yo no la veo en el hip-hop y el rhythm and blues que son los tipos de música afro más populares hoy por hoy en E.U., trascendiendo de lejos barreras étnicas y geográficas.

Pero lo que más me hace pensar que en cierta forma se han “desafricanizado” es que mucha gente afro en E.U., los African-Americans, ven con desdén a los africanos. He visto afros estadounidenses burlándose de africanos por su acento, o por su forma de bailar. He escuchado afros estadounidenses diciéndole a un africano que se devuelva para África, en una forma bastante despectiva… Ser testigo de esto me ha causado indignación y me lleva a preguntarme el porqué de la desconexión… Claro, en parte la respuesta es ignorancia, pero no puede ser así de simple.

Estamos en una época en la que la información es más fácil de adquirir que en el pasado. Lo que queramos saber está al alcance de la mano si se tiene un computador con conexión a Internet. Y sin embargo es muy difícil hacer que las nuevas generaciones, incluyendo las afro, se preocupen por aprender, en parte porque la información que vale la pena está oculta entre montañas de basura que flota en el ciberespacio.

Teniendo en cuenta que la cultura afro estadounidense se ha convertido en una fuerza influyente en el mundo en los últimos 30 años, y que ahora comunidades afro de todas parte tienden a imitarlos, incluso en África, esta tendencia es muy preocupante. Está muy bien que tengan la fortaleza cultural de influir a otros, pero me preocupa el nivel de desdén que he notado por las raíces africanas.

No dejemos que las partes malas de la cultura afro estadounidense se nos peguen. Aprendamos de lo bueno y dejemos a un lado lo malo. No dejemos que nos desafricanicen. Sigamos cultivando ese orgullo de haber venido de la Madre África, y aunque reconociendo lo que nos distingue de los africanos, sigamos apreciando y atesorando lo que nos une con ellos. Lo último que podemos hacer es olvidar nuestras raíces. Un árbol sin raíces no puede vivir.

Ann Arbor, Michigan, E.U., 14 de febrero de 2009
Para Barûle Gazette

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es lo que hay. Lo malo viene con lo bueno y viceversa ¿O es que lo malo es lo anglosajón y lo bueno lo africano? ¿O es al revés? Hay mucho que aprender de los otros y sencillamente, conocer tus raíces incluye a todas tus raíces. La cultura es universal.

Buen blog, no obstante.